lunes, 18 de mayo de 2009

Preparado para ir a la peluquería.

Fleco largo, puntas desiguales, un buen corte lo arregla todo.


Algunos nacen calvos, otros con una abundante melena de pelo; pero independientemente de cómo haya sido su cabello al nacer, al año casi todos lucen ya una cabellera larga y abundante, aunque no siempre bonita. Las nucas suelen estar más calvas (por el roce de la cabeza al dormir), las frentes lucen flequillos demasiado largos, en ciertas zonas sobresalen unos mechones, en otras, cuatro pelitos ralos. Así que, si todavía tu pequeño no ha tenido su primer buen corte de pelo, parece el momento para hacerlo.


No por rapárselo ahora lograrás que tenga una cabellera más fuerte y abundante en el futuro, como se suele pensar, pero como el pelo empieza a crecer de forma similar por toda la cabeza, puede dar la impresión de que tiene más cantidad. Desde luego, un buen corte elimínara esos mechones que ahora resultan feos y molestos, y mejorará el aspecto de su cabello.

■¿Y por qué no en casa?

La visita a la peluquería no es imprecindible. A los bebés no suelen gustarles que les corten el pelo y, con frecuencia, les impresiona un poco el lugar. Si el niño tiene poco cabello y a los padres no les importa demasiado el resultado, pueden cortar en casa los mechones que sobresalgan; así se retrasa la visita unos meses más. Lo que ocurre es que muy pocos padres saben cómo hacerlo y muchos no se atreven ni a intentarlo. Además, salvo que se tengan conocimientos básicos de peluquería, para un resultado óptimo lo mejor es ponerlo en manos de un profesional experto, sobre todo si tu hijo tiene mucho pelo o lo tiene disparejo.

■ ¿A cualquier peluquería?

Conviene acudir a una peluquería especializada en niños o, al menos, a un sitio donde estén acostumbrados a tratar con pequeños.
Procura elegir un local de ambiente agradable, de de preferencia donde te conozcan. Si se puede pedir cita, mejor; reserva un día y una hora en los que sepas que no va a haber mucha gente. Debes cerciorarte también de que la persona que lo va a atender muestra simpatía y paciencia con los niños. Por cierto: la experiencia dice que los pequeños reaccionan mejor cuando les cortan el pelo una mujer y protestan más si el peluquero es hombre. Es un detalle a tomar en cuenta.
Casi todas las peluquerías disponen de cojines elevadores o sillas especiales para niños. Algunos tienen asientos de formas divertidas, como un coche con volante. Es un aspecto en el que conviene fijarse: además de ayudar a que el pequeño esté tranquilo y entretenido durante el corte, la presencia de estos objetos es señal de que en ese establecimiento cuidan al público infantil.

■ ¿Cómo prepararlo?
Antes de ir, es conveniente que explique al niño lo que va suceder; así se impresionara menos. Para que compriebe que cortarse el pelo no hace daño, ni siquiera duele, puedes cortarte un pequeño mechón y demostrarle que no pasa nada. Si tiene un hermano mayor, puedes animarlo diciéndole que iremos todos juntos a la peluquería; una vez ahi, dejaremos que atiendan antes al primogénito: puede ser un buen estímulo para vencer la desconfianza del pequeño.

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