No conviene que los niños coman más de dos o tres helados a la semana. Es cierto que algunos llevan leche, pero también contienen mucha azúcar y bastantes grasas (suelen ponerles crema). Teniendo en cuenta que los niños comen más productos industrializados y dulces de lo debido, no es bueno abusar también de los helados. Desde el punto de vista nutricional el helado no equivale al yogur, ni a los postres lácteos, ni a la fruta. No debe sustituirlos como postre cotidiano. Una alternativa son el yogur helado y el coctel de frutas naturales casero.
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