Este suceso ocurre cuando la bolsa amniótica que contine al feto se rompe antes del inicio del parto, lo que provoca la salida del líquido amniótico por el cuello uterino y la vagina. En ciertas ocasiones la bolsa se rompe de manera prematura, es decir, antes de que el embarazo llegue a término. Cuando esto sucede la gestante debe ponerse en contacto con su médico, ya que corre el riesgo de infecciones que pueden afectar al bebé y a ella misma. Alrededor del 80 al 90 por ciento de las mujeres cuyas membranas se han roto inician su parto en las 24 horas siguientes. La rotura prematura de membranas suele seceder en 15 por ciento de lo embarazos, y de la mayoría de los casos se produce pasada la semana 37ª, cuando el feto está maduro. Cuando acontece antes de la semana 34ª, y siempre que la pérdida no haya sido importante y el bebé sea viable, el médico suele recomendar reposo absoluto en cama y fármacos para rastrear el parto y madurar los pulmones del pequeño (con el fin de que el bebé pueda continuar su desarrollo en el vientre materno).
martes, 5 de mayo de 2009
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