Se presenta por la acumulación de líquidos en los tejidos, sobre todo en tus tobillos, tus pies, tus piernas, tus manos y tu cara. Aumenta en los últimos meses de gestación.
■ Síntomas.
Cuando te pase, notarás una inflación leve (y la sensación de hormigueo) especialmente en los tobillos y las manos, que hace más difícil descalzarte. Cuando la hinchazón es importante y persistente y, además, sientes dolor de cabeza, mareos, zumbido de oídos u otros síntomas, debes acudir de forma inmediata al médico porque podría tratarse de una complicación importante conocida como preeclampsia.
■ Tratamiento.
La hinchazón desciende o desaparece con el descanso. Es recomendable que te sientes varias veces al día con las piernas en alto, por encima del nivel del corazón, siempre que esta postura no te impida respirar con normalidad, y acostarse de lado. También contribuye a disminuir la hinchazón vestir medias de compresión graduada, usar un calzado cómodo que no apriete y darle masajes en la zona afectada. Se recomienda consumir poca sal.
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